Creatividad – La mía, la tuya, la de quien sea… Capítulo 1: Cuando te das cuenta que sos un poquito diferente…
Todo comienza en el profundo entretejido de lo que sos, allí donde el
espejito de los científicos no puede llegar (todavía…).
Un buen día el rostro de los grandulones que naturalmente te rodean se ilumina
al ver tus dibujos, alguna redacción para la escuela, jugando con el piano de
la casa; algo que hiciste les llamó la atención.
Pronto estarás en el radar de
aquellos “administradores” del talento ajeno, caza-talentos grandes y chicos,
de cabotaje e internacionales.
Un caso típico:
la maestra de grado delegando la hechura de los dibujos del pizarrón al alumnito
que se dibuja todo… (un día descubrirá que lo usaban y comparará la
satisfacción de ser reconocido como dibujante contra su ingenuidad de
considerar que realmente obtenía algo al aceptar los “encargos”).
Otros sueñan despiertos. Eso de “castillos en el aire” es
muy cierto.
No es necesario que les diga más sobre quienes o cómo son
los creativos, brillan, se destacan, a veces les va bien en la vida y otras no
logran vender un idea a nadie y pueden terminar en un puesto de peaje en la
autopista. Ser creativos no garantiza ningún éxito económico.
Lo que pienso compartir en próximos capítulos son algunas
cuestiones de mi vida personal en materia de creatividad, me refiero a lo que
me sumó y también a aquello que me restó en materia de producir ciertas cosas.
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