Creatividad – La mía, la tuya, la de quien sea… Capítulo 2

Los conocidos y cercanos en tu infancia.

Jugar y jugar,… no nos deberían pedir mucho más que eso en la niñez, pero no todos los juegos generan lo mismo. Hay grupos de niños divirtiéndose en puras competencias físicas, otros, mientras tanto, hacen trazos con sus manos en el aire imaginando naves espaciales que colisionan, interpretan personajes de ciencia ficción y son capaces, si es necesario, de terminar una saga inconclusa de Marvel o DC Comics… la vida, entonces, de aquellos chicos de uno y otro grupo difícilmente resulte muy similar en el futuro. Podrán compartir la misma marca de consola de juegos pero difícilmente jueguen el mismo tipo de juegos.

Yo traté en mi niñez de pagar algún precio por alcanzar la integración con un grupo amplio de pibes pero con el tiempo quedó en evidencia que yo era un mono verde y la mayoría de la monada no valoraba mi color mucho que digamos (no hard feelings…)

Por aquellos tiempos una maestra de primaria me criticó diciendo que yo elegía a mis amigos… (me pregunto cuál habría sido la opción correcta según esta señora).

Con la llegada de la compu la excusa de la mano cansada perdió su poder. Ahora "fondear" se volvió sencillo.

El dibujo y la mano cansada
En plena secundaria la profe de dibujo me soltó para que hiciera lo que quisiese, me liberó del programa que debía seguir el resto del curso y me permitió dibujar lo que se me cantara.
No soportaba tener el lápiz mucho tiempo en la mano, no me bancaba el dibujar los fondos, así que, parte de mis obras eran trazos muy desganados acompañando a una idea central la cual generalmente tenía que ver con la ciencia ficción.
Me publicaron algo en una revista subte de Rosario y chau, largué…

En el próximo Capítulo: Probemos con la música, no debe ser tan difícil...


Comentarios

Entradas populares de este blog