La Reivindicación del Operador Gráfico ………………………………… (No es palo para los diseñadores…)

Hace muchos años ya, se generó una especie de nueva categorización entre aquellos que estudiaban formalmente la carrera de diseño y los que se preparaban para expresarse visualmente con el soporte de las computadoras. Estos últimos no eran necesariamente diseñadores en el sentido académico de la palabra, pero aventajaban a veces en algunos aspectos productivos a los designers.

Los diseñadores se vieron en la obligación de adquirir urgentemente la capacitación en cuanto al uso de computadoras y se presentó un nuevo problema para algunos, especialmente para aquellos portadores de una fobia que se hizo muy evidente en las últimas dos décadas:

Aversión Tecnológica… Suena a una especie de virus intergaláctico, pero no es más que un fenómeno que debe haber tenido sus inicios en los tiempos en que comenzaron a ingresar los primeros artefactos eléctricos complejos en los hogares.

Debe haber mucha gente que se lleva mal con la tecnología

A principio de los 70´s (tal vez antes también) mi Viejo compró un “Combinado” Phillips con “Reverberación”. Tenía como 8 parlantes distribuidos de una forma extraña (yo lo abrí cuando estaba abandonado).

Ese viejo dinosaurio tenía muchas perillas y controles y parece que alguien, sin mucha paciencia que digamos, forzaba el brazo del tocadiscos para escuchar el surco que quería. Por supuesto que no podía faltar aquel, que con cierto afecto por lo tecnológico, trataba de “educar” a sus parientes para que no dañaran el equipo (este señor tiene actualmente casi 60 años y sigue cuidando sus chiches electrónicos).

Imagínense cuando las perillas y los botones se virtualizaron; cuando tras el botón de encendido se presentaron las “Interfaces”, parecidas tal vez a las pantallas de los juegos electrónicos. Mucha gente recibió esta amigable comunicación con la máquina con alegría y entusiasmo; pero otros no tanto… Las computadoras se convirtieron para algunos en un “tecno-tropiezo”, una materia que les cuesta mucho rendir… hasta hoy.

Los capos del lápiz y los fibrones, expertos en la síntesis visual, ahora competían con los diseños perfectamente coloreados y terminados hechos en Illustrator. Maestros de la tijera y el adhesivo en barra veían con asombro los recortes hechos en Photoshop que encima: ¡¡proyectaban sombra!!…

¿Es justo o injusto?…

Cada uno pelea con lo que tiene, y los Operadores Gráficos hicieron lo suyo…

Tal vez no estaban muy bien pagados, pero encontraron laburo. Tal vez no eran bien considerados por los “designers”, pero sabían bien como preparar los archivos para la imprenta, sabían mandar las fotos en la resolución justa al laboratorio, sabían escanear textos y pasarlos por el OCR para hacer copias a pedido.

Algunos, con un poco de ingenio, hicieron tarjetitas infantiles, otros se compraron una cámara digital buscando un lugar en el mundo de los hacen “sociales”, etc…

Los diseñadores son muy recomendables hasta que aparece ese tipo de cliente que tiene ideas muy, pero muy firmes y no muy “negociables”; para ese tipo de clientes que están muy seguros de lo que quieren, recomiendo al querido: “Operador Gráfico”; éste le dirá ¿qué necesita? y el cliente le arrojará sus ideas y si estas son malas o buenas, ¿qué importa? el Operador Gráfico hará lo suyo sin dramas ni acaloradas oposiciones. No se ofuscará argumentando en pro de las "reglas" de diseño.

Insisto: recomiendo acudir al diseñador cuando estamos abiertos a ser orientados en materia de comunicación visual, pero si estás necesitando alguien que exprese sin historias tus intenciones probaría con el Operador Gráfico

 

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